Scott Pilgrin mola. Es una película diferente a todo lo realizado hasta la fecha, o que yo haya visto. El director Edgar Wright demuestra un derroche de imaginación y talento durante las casi dos horas que dura el film, mezclando el mundo de los cómics con el de los videojuegos con bastante acierto, todo esto narrado con un ritmo trepidante con constantes saltos y sin respiro alguno para el espectador, sobretodo la primera media hora donde el montaje es espectacular. La ambientación de las peleas esta muy lograda como si de un juego de verdad se tratase.
Durante la película se van sucediendo constantes referencias frikis que tanto nos gustan, en forma de comentarios o de música de juegos como el Zelda o el Mario, todo esto aderezado con gags y con humor que hacen que la película se haga amena y no aburra en ningún momento, aunque al final para mi gusto le sobran diez minutos.