The fighter (2010)

Massachusetts, años 80. Dicky Eklund (Bale), un boxeador conflictivo pero con talento, intenta redimirse entrenando a su hermano menor. En sus buenos tiempos había sido el orgullo de la ciudad de Lowell, en Massachusetts, por haber tumbado una vez al campeón del mundo Sugar Ray Leonard; pero después vinieron los tiempos difíciles en los que se hundió en una peligrosa mezcla de drogas y delincuencia. Mientras tanto, su hermano Micky Ward (Mark Wahlberg) se ha convertido en una promesa del boxeo, y las riendas de su carrera las lleva su madre (Melissa Leo). Sin embargo, a pesar de su potente gancho de izquierdas, siempre acaba derrotado. Tras un combate que nunca debió celebrarse, Micky decide seguir el consejo de su novia Charlene (Amy Adams) y alejarse de su familia. (FILMAFFINITY)

A pesar de que el protagonista (Mark Wahlberg) parece hermano de Matt Damon en cuanto a lo que dotes interpretativas se refiere, he de decir que es una película bastante interesante. 

Micky Eklund es un boxeador que vive en el seno de una familia numerosa de clase media-baja, un tipo fuerte, de carácter afable y que es muy sugestionable. Un tipo que siempre vive a la sombra de su hermano Dicki, excampeón del mundo de peso Walter tras un combate por el título contra Sugar Ray. Como en otras muchas películas de boxeadores, Dicky busca conseguir lo que su hermano ya había logrado, un título que avale que es el mejor boxeador de todos. Este siempre había estado fascinado por su hermano, a quien consideraba su ídolo y éste sólo buscaba demostrar que él también podía hacerlo.

Aunque Mark Wahlberg es el protagonista, el plato principal es Christian Bale. Parece mentira que un hombre pueda cambiar tan radicalmente de aspecto como de registro. Siempre es un placer ver a Bale en acción, un tío que igual te adelgaza 28 kilos para actuar en El maquinista de Brad Anderson, que engorda 30 kilos en masa muscular para hacer de Batman en la trilogía de Christopher Nolan. Tengo especial recuerdo de él en El imperio del Sol, que es la actuación con la que realmente debuta. La verdad es que la carrera cinematográfica de Bale y su total compromiso, que recuerda al de Robert de Niro en películas como Toro salvaje o Taxi driver, que avalan cualquier metraje en el que actúe. No me extraña que ganase el Oscar a mejor actor de reparto con esta película.

Hay que destacar el cambio de ritmo de la película tras la llegada de los 60 minutos, tras lo cual, aparece una canción que le da la vida a la película, se trata de “Strip my mind” de Red Hot Chili Peppers. La verdad es que le da un toque que te despierta los ánimos y entonces es cuando dices, “aquí está la película que he venido a ver”.

Creo que esta película bien merece un 7,5, ya que un siete me parece insuficiente, pero por otro lado meterla en es saco del ocho sería pasarse. Os recomiendo que la veáis, no tiene desperdicio.