Rain Man (1988)

Rain Man narra la historia de ambicioso un vendedor de coches Charlie Baby (Tom Cruise) cuyo padre Sanford Baby, un adinerado magnate ejecutivo, fallece dejándole un Buick Roadmaster del 49, el coche que adoraba tanto él como su hijo. En ese momento descubrirá que el resto de su herencia está en posesión de una tercera persona cuya identidad no le puede ser revelada por voluntad de su padre.

Se trata de una historia conmovedora de un hombre que acaba de conocer a Raymond (Dustin Hoffman), su hermano autista. Al principio se muestra hostil y herido con el trato preferente de su padre hacia el hijo desconocido, pero poco a poco irá conociendo a su hermano e intentará tratarlo como un buen hermano.

En mi más humilde opinión es un buen argumento, pero a medida que te vas impregnando de la historia vas perdiendo el interés. Creo que le falta emoción a la película, ya que tratándose de una historia tan triste, no debería ser tan lineal. Se echa de menos algún salto dramático, algo que ropa los esquemas de la película, ya que el intento fallido de la alarma no me convence demasiado, aunque me gustó bastante la escena del Black Jack. Otra cosa que fastidió mucho fue la estúpida incapacidad y torpeza de Charlie (Tom Cruise) durante los ataques de pánico de Raymond. Además se echa de menos algún tipo de melodía o banda sonora en algunas escenas bastante aburridas.

No incluiría en absoluto esta película en mi top de las 50 mejores películas de la capa, pero según dicen las malas lenguas, “es una película que hay que ver”.